Pongamos que ha adquirido una vivienda en el Residencial Marqués de Guadalmina, urbanización de lujo en Marbella, y no sabe qué seguro de hogar le conviene más. Aquí van unos consejos. La Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), explica que, por lo general, existen dos tipos de riesgo asociados a la vivienda, que son la responsabilidad civil –es decir, los daños que se puedan generar a un tercero, como un vecino o un transeúnte- y los relacionados con el propio patrimonio –un robo, un incendio, una inundación, etcétera-. Por otro lado, los seguros del hogar manejan dos grandes conceptos, que son el continente –“el valor de construcción (excepto suelo) que costaría reconstruir esa vivienda si hubiera una destrucción total”- y el contenido, el cual se refiere al valor de los objetos inmuebles que se encuentran en la vivienda –muebles, electrodomésticos, otro tipo de enseres,…-. En caso de siniestro, apuntan desde la Organización de Consumidores y Usuarios (Ocu), “tanto continente como contenido se indemnizan por su valor ‘de nuevo’ (es decir, por el precio que costaría comprarlos o reponerlos nuevos en ese momento), a no ser que se trate de aparatos eléctricos, aparatos electrónicos o ropa, que se indemnizan por el valor real”. Así las cosas, el propietario puede decidirse por asegurar cada uno de estos riesgos y conceptos de forma individual, aunque, como es lógico, lo más indicado sería decantarse por los seguros multirriesgo, que aparte de englobar todo lo anterior también puede abarcar en su cobertura otros servicios de valor añadido.
Este tipo de seguros multirriesgo suele dar cobertura a la responsabilidad civil, contra incendios no intencionados, explosiones y fugas de gas, humo, gasto de extinción de incendios, robos, atracos, hurtos, daños en los bienes y la vivienda derivados de estos delitos, daños relacionados con el agua –roturas, desbordamientos, atasco de tuberías- y los gastos de fontanería y obra ligados a la reparación del problema, reposición de llaves o sustitución de cerraduras en el supuesto de un atraco en el exterior del domicilio, defensa jurídica y reclamaciones de terceros, daños eléctricos provocados por subidas de tensión, corrientes anormales y caída de rayos, daños en bienes refrigerados por motivo de un corte en el suministro de energía, la rotura de cristales, elementos sanitarios y vitrocerámica, e incluso la pérdida del alquileres o el pago de la vivienda que se pierdan o se deban abonar mientras la casa sea inhabitable a causa de las reparaciones efectuadas y demás.
El aspecto de la responsabilidad civil es una de las claves para elegir adecuadamente el seguro. Según indica la Ocu, las indemnizaciones aparejadas a casos de lesiones pueden comportar un coste muy elevado, por lo que aconsejan contratar un seguro con una cobertura de 300.000 euros como mínimo y que puede incluso ampliarse hasta 600.000 euros “si el aumento de la prima es razonable”. No obstante, uno de los principios esenciales que hay que seguir a la hora de contratar un seguro para el hogar es conocer y detallar exactamente el valor de lo que se asegura –es decir, evitar los infraseguros que tasan este concepto exageradamente a la baja, con las graves consecuencias que esto comporta-, así como atenerse de manera estricta a las propias necesidades, sin dejarse llevar por coberturas que no hacen falta dadas las condiciones de la vivienda –la existencia de buenas medidas de seguridad como puertas blindadas, cajas fuertes o alarmas antirrobos, por ejemplo, que abaratan el riesgo- o de las que ya se pueda gozar gracias a la póliza de la que dispone la comunidad de vecinos. Además de pagar lo justo, también conviene estar atento a las distintas promociones y ofertas que lanzan las compañías de seguros así como su capacidad para flexibilizar las condiciones y la cobertura del seguro en función de las demandas del cliente, lo que puede suponer una reducción de hasta la mitad el precio del contrato. La razón se encuentra en la alta competencia que existe en el mercado de los seguros multirriesgo. “Cada vivienda tiene unas características particulares y hay diferencias de más de un 60 % en los precios. Dependiendo de cada caso, el ahorro puede incluso superar los 200 euros al año”, declaraba Carlos Brüggemann, director de Operaciones y fundador, junto a su hermano Mario, del comparador de seguros Acierto.com en declaraciones efectuadas al diario El País el pasado septiembre. A modo de indicador, el precio medio de un seguro multirriesgo del hogar que cuente con una sólida cobertura se estima alrededor de 250 euros para una vivienda de 120 metros cuadrados. Aparte, influyen numerosas variables, como la tipología de la vivienda –apartamento, chalé,…-, su localización dentro del plano urbano, si cuenta con rehabilitaciones previas y hasta la edad del contratante. En cuanto al continente, que se refiere al coste de construcción sin incluir el valor del suelo o las tasas e impuestos que dan lugar al precio de mercado de la vivienda, la variación de acuerdo con la tipología del inmueble oscila según se trate de un piso, un adosado o un chalet. En el primer caso, su cálculo se extrae de multiplicar los metros cuadrados por una magnitud que fluctúa entre los 800 y 950 euros. Si se trata de un adosado, esta cantidad asciende a un margen situado entre los 850 y los 1.050 euros. En los chalets, el valor de multiplicación puede alcanzar ya los 1.100 euros.