Todos y todas somos plenamente conscientes de lo importante que puede ser un espacio como el almacén para una empresa, con independencia de cuál sea su tamaño. Son muchas las personas las que se ponen de acuerdo al afirmar que, sin un espacio como este, sería prácticamente imposible que la empresa encontrara la manera de prestar sus servicios y vender sus productos de una manera eficaz y eficiente para que sus clientes pudieran disfrutarlos. Es algo evidente: el almacén es necesario, tan necesario que es la pieza angular sobre la que gira un determinado proyecto empresarial.
Está claro que, sabiendo esto, es imprescindible que aseguremos todo lo que tiene que ver con nuestro almacén. Se trata de una zona demasiado importante para la empresa como para que la dejemos a merced de cualquier imprevisto o problema. Así que lo mejor es que nos cubramos las espaldas con todos los beneficios que implica tener un seguro para zonas como estas. Pero cuidado, tener un seguro no significa siempre que vayamos a cobrar (o que vayamos a cobrarlo todo) en caso de que se produzca cualquier tipo de percance. Es mejor quitar esa idea de nuestra cabeza.
Muchos y muchas os estaréis preguntando por qué hemos dicho eso. Bien, resulta que, cuando se produce un percance en un almacén devenido por una falta de mantenimiento por nuestra parte, en un gran porcentaje de ocasiones el seguro no suele hacerse cargo de las pérdidas. Y es lógico y normal. Una zona como el almacén siempre tiene que encontrarse en perfectas condiciones. Es una de las reglas básicas que deben regir este trabajo puesto que, sin mantenimiento, un almacén se convierte en un centro de trabajo que resulta ineficiente y en el que se desarrolla toda una gama de peligros.
Es imprescindible garantizar la limpieza en un almacén. En el caso de que no sea así, es mucho más probable que, en caso de incendio, las llamas se propaguen de una manera mucho más rápida y potente. Y, si eso es averiguado por los agentes del seguro, es evidente que no van a hacerse cargo de un asunto como lo es la reparación de las pérdidas que se hayan producido en el lugar. Una noticia publicada en el portal web de CEUPE, el Centro Europeo de Postgrado, habla además de algunas de las ventajas asociadas a la limpieza, como un aumento de la seguridad, de la rapidez en el trabajo y de la rentabilidad.
Una de las primeras cosas que se encargan de confirmar los peritos de los seguros cuando visitan un siniestro es que el lugar se encontraba perfectamente limpio y cuidado. La suciedad es una verdadera amiga para que las llamas, en el caso de un incendio, se extiendan con rapidez en, por ejemplo, un almacén. Y si existía suciedad en el momento del siniestro es bastante probable que el seguro no nos indemnice. ¿Conclusión? Una apuesta por la limpieza en lugares así es importante y necesaria. Según lo que nos indican los trabajadores de Stocknet Vallès, ha crecido la compra de artículos de limpieza entre las empresas para garantizar el correcto estado de sus almacenes y para evitar este tipo de situaciones.
Una limpieza que también evita otra serie de disgustos
Lo que hemos comentado hasta ahora no es lo único que puede resultar beneficioso de mantener un espacio como el almacén limpio y cuidado. Un artículo que fue publicado en la página web importancia.org informaba de por qué es clave mantener la limpieza en un determinado espacio. Y la respuesta es la seguridad de las personas. En un espacio que se encuentre limpio y cuidado, los accidentes laborales se reducen de una manera considerable.
Y si se reducen los accidentes laborales… es evidente que también se reducen los problemas que podamos tener devenidos de denuncias de los propios trabajadores de la entidad. Lo cierto es que este no es un asunto baladí y que merece de la atención de todas aquellas personas que se encuentren al cargo de una empresa o de un espacio como lo es el almacén, que si no está perfectamente cuidado y limpio, puede ser un foco verdaderamente importante de problemas.
Casi nunca hay que dar por sentado nada en lo que tiene que ver con los seguros. Solo en una tipología de ocasiones podemos estar tranquilos si hemos sufrido algún tipo de siniestro: cuando estamos convencidos de que hemos hecho las cosas bien y que las causas del problema han sido totalmente ajenas a todo lo que pudiera encontrarse en nuestras instalaciones. Desde luego, para evitar sustos, siempre es mejor confiar en la mejor de nuestras amigas: la limpieza. Con ella de nuestro lado, nunca vamos a padecer problemas como de los que hemos venido hablando a lo largo de todo este escrito.