La justicia es caprichosa, y muy diferente para cada país. Mientras que en países como Estados Unidos se sigue aplicando la pena de muerte para algunos presos, en Europa se abolió esta ley hace años.
Y es que, aunque las personas cometamos delitos, todos tenemos nuestra verdad. Con esto no quiero decir que las personas que hagan cosas malas deban ser absueltas sin más ¡ni mucho menos! Pero es cierto que muchas personas cometen delitos en situaciones difíciles o en estados mentales graves, y, ante todo, existen los accidentes; el caso es que, sin las pruebas suficientes (materiales y psicológicas) no deberíamos de juzgar a nadie rápidamente por sus actos.
Precisamente para este tipo de situaciones se decretaron los derechos humanos. Asimismo, las personas que defienden a aquellos que han cometido un crimen o han tenido un accidente son los abogados penalistas. Al fin y al cabo, podemos estar más o menos de acuerdo con su labor, pero lo cierto es que a una buena persona (que bien podrías ser tú) puede encontrarse ante una situación difícil y puede requerir ayuda, de la cual se encarga este tipo de abogados.
Estas son las funciones principales de un abogado penalista.
Como bien saben los profesionales de VMC Abogado Penalista, un abogado penalista es un profesional del derecho especializado en el área del derecho penal, cuyas funciones principales incluyen:
- Asesoramiento legal.
Los profesionales que pertenecen a esta rama de la abogacía se encargan de asesorar a sus clientes acerca de cuestiones legales relacionadas con el derecho penal. En dicho asesoramiento podemos encontrar que informan a su cliente acerca de sus derechos y responsabilidades legales, las opciones de las que dispone y por supuesto, los riesgos y consecuencias de cada acción legal que tome.
- Representación legal.
Representa a sus clientes durante los procesos penales, sea cual sea. Esto quiere decir que los abogados penalistas tienen el deber de representar a sus clientes durante investigaciones preliminares, audiencias, juicios e incluso ante apelaciones.
Su labor es defender los intereses de sus clientes ante los tribunales y otros organismos judiciales.
- Investigación.
Realiza investigaciones a fondo sobre los casos de sus clientes, recopilando pruebas, entrevistando testigos, revisando documentos y examinando cualquier evidencia que le ayude a construir una defensa inquebrantable.
- Elaboración de estrategias para defender el caso.
Dicho profesional también se encarga de elaborar estrategias legales para la defensa de sus clientes, evaluando las circunstancias del caso, identificando posibles argumentos e identificando la mejor manera de proceder para proteger los intereses del cliente.
- Negociación.
Negocia con fiscales, jueces y otras partes involucradas en el proceso en busca de acuerdos favorables para sus clientes. En las negociaciones solemos encontrar reducciones de cargos, condenas más leves o alternativas al encarcelamiento.
Siempre que se pueda demostrar que las intenciones de dicha persona no eran malas, o que no se encontraba en un buen estado mental, siempre se podrá negociar su libertad o sus condiciones de diversas maneras.
- Representación durante el proceso penal.
Acompaña y representa a sus clientes durante todas las etapas del proceso penal, desde la investigación inicial hasta la sentencia final. Esto tiene un fin: el abogado debe asegurarse en todo momento que se respeten los derechos del acusado.
- Defensa de los derechos del acusado.
Garantiza que se respeten los derechos constitucionales y legales de sus clientes, incluido el derecho a un juicio justo, el derecho a un abogado defensor, el derecho a permanecer en silencio y el derecho a ser tratado con dignidad y respeto.
- Preparación de recursos legales.
Prepara recursos legales, como apelaciones o recursos de revisión, en caso de que sus clientes sean declarados culpables o no estén satisfechos con el resultado del proceso legal.
¿Por qué es necesaria su intervención?
Como mencionamos al principio, muchas personas no están de acuerdo con la labor profesional que desempeña este tipo de abogados. Sin embargo, su intervención es necesaria, ya que gracias a él se puede determinar si una persona es inocente o no.
¿Acaso no existen los accidentes? ¿Es que una persona no puede verse expuesta a una serie de motivos que le hagan perder el juicio y tomar una mala decisión? La justicia se basa en estas premisas, y no es deber de nosotros juzgar sin conocer todos los hechos, y sin ponernos en la piel de la otra persona; por ello, el papel de estos profesionales es necesario, aunque a muchos nos pese, para seguir la presunción de inocencia, que establece que una persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, y el derecho a una defensa justa y equitativa.
Asimismo, el abogado penalista actúa como defensor de la equidad y la justicia, garantizando que el proceso legal sea imparcial y que se respeten los derechos de todas las partes involucradas. Además, su intervención reconoce la complejidad de la condición humana y la posibilidad de redención, ya que puede ayudar a los acusados a asumir la responsabilidad por sus acciones, buscar la verdad y trabajar hacia la rehabilitación y la reconciliación en el marco de la ley y la sociedad.
De modo que, lo que es más importante no es si existe éste tipo de profesión o no, sino más bien el hecho de preocuparnos porque se haga justicia de verdad.