Ante cualquier incidencia que un seguro no quiera resolverte y tú creas que debe hacerlo lo mejor es acudir a un abogado especializado. Un accidente de tráfico lo puede tener cualquiera, por muy buen conductor que sea, eso no importa, y si el seguro no accede a cubrir según qué gastos lo mejor es lo que he dicho, en mi caso yo contacté con un buen abogado de accidentes en Barcelona que me ayudó a resolver todos los problemas y, como yo pensaba, el seguro debía hacerse cargo de los gastos, le gustase o no.
Desde este blog intentamos ayudar a los lectores a resolver dudas sobre los seguros que tantos dolores de cabeza nos dan, recomendamos abogados, recomendamos unos seguros por delante de otros en según qué problemas o en según qué prestaciones quieras conseguir, contamos casos concretos que puedan ayudar al resto de lectores y todo lo que se nos pueda ocurrir que sea de nuestro interés, y si hemos llegado a alguna conclusión con todo esto es que todas las aseguradoras se van a anclar a lo que sea con el fin de tener que pagar menos. Pero tampoco podemos reprochárselo ¿quién no lo haría? Si tu empresa tiene la posibilidad de pagar 100 en lugar de 200 probablemente intentarías pagar 100 y quien diga lo contrario miente. Luego ya vienen los beneficios de hacerlo o los perjuicios porque, en ocasiones, es mucho mejor quedar bien con un cliente que te trae muchos beneficios antes que ahorrarte un poco de dinero en alguna gestión. Pero eso es otro asunto.
Y el caso es que actualmente los seguros están en racha así que deberían dar un poco de manga ancha a sus clientes ¿no? Esto lo digo porque según el diario ABC “La banca aumenta su interés por el negocio de seguros, según un estudio” y quien tiene de su lado a la banca puede decir que tiene un tesoro, o que le ha tocado la lotería ¿no creéis?
Las aseguradoras son muy astutas y crean la letra pequeña para escaparse de algunos deberes que su servicio debería llevar implícito, pero para eso está la ley, para que si algo es injusto o se puede demostrar que no están cumpliendo con sus obligaciones para con sus asegurados se les pongan los puntos sobre las “ies”. El problema viene cuando es la justicia la que no es todo lo competente que debiera.
En el accidente que he nombrado tuve algún que otro lio de papeleo, y no fue precisamente culpa de los seguros porque una vez puestas de acuerdo todas las partes, incluyendo el forense del gobierno sobre los daños causados, el juzgado seguía mandándome citaciones para juicios y para ver de nuevo al forense a pesar de que yo ya había recibido mi indemnización económica así que mucho sentido no tenía el asunto pero ellos, erre que erre con que fuera al juzgado unas mil veces más. Al final sólo conseguían marearme a mí y mi expediente pero poco más es lo que obtuvieron con tanto ir y venir.