La semana pasada entraron a robar en casa de mi vecina. Vivo en una comunidad de adosados a las afueras de la ciudad donde antes casi nunca había robos y últimamente hay demasiados. Ella había puesto carteles en la entrada de su casa y en las ventanas donde avisaba de que había cámaras de seguridad en el interior, aunque era mentira. Pensó que le funcionarían a modo disuasorio pero la realidad es que le han servido de bien poco.
He llegado a pensar que los ladrones saben realmente lo que es verdad y lo que es mentira, e incluso que te vigilan durante un tiempo para averiguar todos tus movimientos rutinarios y poder saber cuándo vas a estar en casa, cuando no, y lo que vas a tardar en regresar.
Yo no me siento segura y soy una persona que vive sola, mujer, así que no pienso pasar por esto mucho tiempo. Al final he decidido instalar un sistema de videovigilancia que me manda una alarma al móvil con imágenes de lo que ocurre en el interior de mi vivienda si registra movimiento. El problema, por lo visto, es que no llega bien la señal al piso superior pero me han digo que me compre este amplificador 3g para solucionar la situación.
Por lo visto estos amplificadores, lo que realmente hacen, es repetir la señal de modo que abarque más espacio y llegar, así, un poco más lejos. Yo no entiendo mucho de estas cosas pero es lo que me han recomendado y es lo que voy a hacer.
Mi novio tendrá acceso también a las cámaras. Esto es algo que no me gusta demasiado porque, aunque es un tío legal, eso de que puedan entrar a mirar lo que hago no me hace ni puñetera gracia pero confío en él y en que accederá a las imágenes sólo en caso de que sea realmente necesario.
A veces pienso que estoy un poco paranoica pero luego leo artículos como este y me doy cuenta de que los robos a viviendas son algo muy real y tangible.
También he pensado en la posibilidad de mudarme pero es que me repatea. ¿Por qué tengo que irme a vivir a un piso diminuto al centro de la ciudad donde sé que voy a pagar más para estar más segura? Debería poder estarlo en cualquier parte, sobre todo si hablamos de mi casa ¿no? Es indignante.