Si no fuera por los numerosos casos que se escuchan y leen de los timos que se realizan a la hora de comprar por internet, en mi opinión este sistema sería el más idóneo. No me canso de hacerlo por varias razones. Es más fácil, cómodo, se adapta a todos los horarios y en mi caso muchas veces más económico. No me digan por qué, pero siempre encuentro más baratas las cosa que quiero por la red que en la misma tienda.
- Ahora bien, como en todas las cosas siempre hay lados buenos y malos. Y personas honradas y personas que no lo son. Pongamos que queremos comprar muebles online, cuál sería la forma de hacerlo. Pues bien, una de las primeras formas de quedarte tranquilo es visitando una página donde se comprueba si el navegador acepta una conexión segura y cómo avisa de que entra en una página cifrada e informa sobre los certificados de seguridad asociados a ésta.
- Una forma muy sencilla de navegar de manera tranquila es comprobar que al enviar información por Internet se utiliza una comunicación, para eso basta con comprobar si el ‘http://’ del cajetín superior donde se escribe la dirección se transforma en ‘https://’, o si en la parte de abajo a la derecha de los navegadores más comunes aparece un candado cerrado. Una simple S nos dará toda la tranquilidad del mundo para evitar sustos futuros.
- Que lo que queremos saber es por ejemplo si los muebles de salón online que estamos comprando están más baratos en otro sitio, pues hay miles de tiendas online en las que comparar los precios de millones de productos antes de decidirse a comprar.
- Al comprar en Internet con tarjeta de crédito, tanto la validación como la realización efectiva del pago se realizan mediante el mismo sistema que en un comercio convencional. Una vez que el número de tarjeta llega al vendedor, éste lo envía fuera de Internet de la misma forma que al pagar en cualquier tienda ‘física’. Por tanto, el punto crítico se produce al remitir el número de tarjeta a través de una red pública y potencialmente insegura como es Internet.
- Que vamos a comprar sillas de comedor online pues hay que verificar las condiciones de las devoluciones y los gastos de envío asociados a las compras.
- Una vez que hayamos comprado todo, por ejemplo, esas camas infantiles online que nos hacían tanta falta, será el momento de llevar la cuenta de las transacciones online, vigilar en el email posibles mensajes del vendedor y revisar los extractos bancarios de las tarjetas de crédito.
- Más aspectos a tener en cuenta, No se debe ofrecer ninguna información personal sin saber quién la recopila, por qué lo hace y cómo la utilizará. En cualquier caso, si hemos comprado dormitorios juveniles online pues a la hora de pagar sólo dar el número de tarjeta de crédito cuando sea estrictamente necesario y en sitios de confianza, que cuenten con un sistema de comunicación seguros.
Os he puesto a lo largo del artículo el ejemplo de muebles online porque estoy acostumbrado a hacerlo. He tenido que comprar muebles de salón online y siempre con gran resultado. Por eso, aunque nos puedan meter el miedo con este sistema