Si tienes, o estás pensando en montar una residencia de ancianos en Barcelona, tienes que prestar mucha atención a este artículo, porque te vamos a dar todas las pautas, consejos y requisitos que necesitas para hacerlo en cuestiones de seguros. Ya que son muchas las que se crean pero pocas las que cumplen con todos los requisitos legales. No es la primera vez que se escucha que una residencia ha sido sancionada por no cumplirlos.
- Vamos a poner ejemplos prácticos que se han vivido en residencias geriátricas en Barcelona. Por ejemplo, te imaginas que uno de los residentes sufre de repente taquicardias, como es lógico, es hospitalizado, pero hay una confusión en las enfermeras. Así, si tienes un seguro, Su le ayudará a gestionar el reintegro de los gastos médicos por hospitalización del residente, así como las posibles reclamaciones de los familiares del enfermo.
- Vamos con otro caso. Dentro de estas residencias geriátricas en Barcelona se produce un incendio debido a un fallo eléctrico. Pues bien, la cobertura de Incendios cubre los daños a las instalaciones, bienes del Centro y los bienes de los residentes que se hayan ocasionado como consecuencia del incendio. Y este caso se puede dar mucho, porque son muchas las personas de la tercera edad que por ejemplo tienen mantas eléctricas o aparatos que no apagan. Por eso, hay que tener mucho ojo.
- Otro caso que se puede dar mucho en las residencias es la Rotura de cristales y, por ende, posibles daños corporales de un visitante. Por ejemplo, un familiar choca con una puerta de cristal de la entrada del centro causándole fuertes lesiones en la cabeza y rompiendo el cristal. Pues teniendo un seguro le ayudará en la gestión del cobro de la factura del cambio del cristal y en la gestión y tramitación de la posible reclamación del visitante.
Un último caso, y en este caso, el más duro y desproporcionado, pero que desgraciadamente puede pasar. Por ejemplo, el error en el diagnóstico de una enfermedad causa la muerte del residente. Al existir una Responsabilidad Profesional del médico del centro, el seguro pondrá en marcha los procedimientos para gestionar y tramitar la posible reclamación con un alto grado de eficiencia y eficacia.
Y es que en estos lugares trabajan muchos profesionales, tanto en plantilla como del personal sanitario autónomo, que no pueden tener su mejor día. Y en ese caso hay que actuar. Te imaginas por ejemplo que tienen un error por la administración errónea de productos farmacéuticos, vacunas y prótesis, por un fallo en la utilización de instrumental, aparatos y equipos, por atención domiciliaria o por actividades de asistencia sanitaria ordinarias y de urgencias. Además, también hay que tener un seguro por los daños corporales que puedan sufrir los empleados del centro en el ejercicio de su actividad. Ante esto lo mejor es estar ojo avizor.
Como puedes ver, la gestión de una residencia de ancianos no es fácil, por lo tanto lo mejor es cubrirse las espaldas con este tipo de seguros. Ya se sabe que es mejor prevenir que curar. Estamos ante un sector con mucho futuro, pero que también tiene sus trabas legales.