Es posible que muchos de nosotros a la hora de pensar en las coberturas de los seguros nos traigamos a la mente los de hogar, de vida, de decesos, de coche, de caza, de animales, de salud, etc. Incluso pensamos en los futbolistas que se aseguran las piernas, los cantantes que hacen lo propio con su voz (o con su culo, como es el caso de alguna famosa) o los brazos de los nadadores. Y es que las coberturas de los seguros son muy amplias, el abanico es gigante.
Por eso hoy queremos hablaros de uno de estos seguros que es de los menos conocidos pero que también está en el mercado para quien hacer uso de él. Normalmente los profesionales del sector de la construcción ya lo conocen, porque está destinado casi exclusivamente para ellos, pero muchos de nosotros deberíamos tenerlo en cuenta, por ejemplo, si estamos pensando en edificarnos una primera o segunda vivienda en algún terreno de nuestra propiedad. Se trata del seguro de construcción.
Algunos piensan que por comprar en buenas empresas de prefabricados de hormigón como Eiros el material para la construcción de su casa no necesitan este tipo de seguros, pero como dice el refrán, más vale prevenir que curar, ya que pueden darse imprevistos con los que no contamos a la hora de construir nuestra casa y que el contratista no los haya cubierto con un seguro por tratarse de una pequeña vivienda unitaria donde piensa que por ahí no hará más que escapársele el dinero del presupuesto, que normalmente siempre tienda a quedarse pequeño.
Pero este tipo de seguros son muy útiles, ya que suelen garantizar el conjunto de trabajos e instalaciones que formen parte de la obra ante daños accidentales e imprevisibles, así como directos en el material por causas de la naturaleza (viento, lluvia, inundaciones, hundimiento de la tierra, terremotos, etc.), también por los actos vandálicos que puedan tener lugar donde estamos construyendo, así como los robos en la zona, los incendios, los problemas que vienen desde el exterior, como que se choque un camión con la construcción y un montón de supuestos que aunque nos pueden parecer improbables, es posible que nos arrepintamos de no haberlos tenidos en cuenta como para contratar el seguro.
En relación con esto, es importante también el seguro por daños en la edificación, donde se indemnizan o reparan los daños materiales causados en el edificio asegurado por vicios o defectos que tengan su origen o afecten a la cimentación, los soportes, las vigas, los forjados, los muros de carga u otros elementos estructurales, y que comprometen directamente la resistencia mecánica y estabilidad del edificio, como explican en muchas compañías que nos recomiendan este tipo de coberturas.
Otra de las variables muy a tener en cuenta a la hora de decidirnos o no por contratar este tipo de seguros es el hecho de que tenemos una responsabilidad civil cuando estamos haciendo una obra y por ejemplo alguno de los obreros sufre un percance. Normalmente este tipo de problemas deberían estar en la cuenta del constructor, pero para cubrirnos en salud en mejor que le pidamos los papeles del seguro o lo contratemos nosotros mismos para poder garantizar el pago de las indemnizaciones de las que podamos ser responsables.
Asimismo, si por ejemplo nuestra obra está siendo realizada en un lugar donde ya tenemos construido, como puede ser el caso de una reforma dentro de casa, es importante también que aseguremos los bienes adyacentes para evitar posibles daños en nuestra propiedad mientras se están llevando a cabo los trabajos.
En definitiva, si vamos a optar por construir una vivienda de nuestra propiedad o hacer reformas en una ya edificada, es conveniente acercarnos a alguna empresa aseguradora y preguntar por este tipo de seguros y asesorarnos acerca de qué coberturas son susceptibles de necesidad por nuestra parte.