Por fin parece que el mercado inmobiliario vuelve a resurgir de sus cenizas, tras unos años en los que la venta de viviendas parecía casi paralizada. Este aumento de las ventas coincide con una recuperación económica, que por fin parece que, sí que es real, ya que tras unos avisos que no parecían reales se tendía a perder la confianza.
Peor la realidad es muy diferente a hace diez años, cuando empezó la crisis financiera inmobiliaria. Durante esta época la mayoría de las viviendas que se vendían eran de nueva construcción, y ahora las viviendas que se venden son de segunda mano, ya que a pesar de que el flujo de dinero de los bancos han crecido y están concediendo créditos, los precios siguen estando bastante elevados.
Este dato indica una realidad dolorosa, sobre todo para las clases medias, y es que el sueldo medio es muy bajo. Esta es una situación que debe cambiar, y cuanto antes mejor, ya que con sueldos medios bajos y los precios altos no se pueden afrontar obligaciones a futuro con seguridad.
Pero a pesar de todo, hay que celebrar que se vuelven a vender viviendas, ya que así se vuelven a reactivar sectores relacionados con el de la construcción. Con estos estímulos se crea una cadena de negocios entre empresas que favorece a la contratación y a la salida de la situación de pobreza económica que hemos padecido, desde hace ya casi diez años.
Una sorpresa cuando vas a vender una casa
Siempre me ha sorprendido la cantidad de trámites que tienes que realizar para vender una casa, ya que parece una tarea sencilla, pero en realidad no lo es. Una de las peores cosas que puede pasar a la hora de vender una casa es tener problemas en la notaría a la hora de firmar. Uno de los problemas que se suele evitar con la entrega de la documentación es la obligación de disponer de un seguro decenal.
El seguro decenal es un seguro que protege al propietario de la vivienda ante la posibilidad de que dicha vivienda tenga vicios ocultos que pongan en peligro la estructura de la construcción. No es un seguro de hogar que cubre las goteras, las roturas de tuberías, etc.., sino que es un seguro muy específico, con una única cobertura: cubrir ante la posibilidad de que la vivienda esté en peligro de venirse abajo por un vicio estructural.
Este seguro es obligatorio para toda construcción destinada a vivienda, con una única excepción: vivienda unifamiliar construida por un único individuo persona física y que se destine a uso propio. Esta es una situación que se da con poca frecuencia, pero el Derecho te enseña a que las excepciones son importantes tenerlas en cuenta siempre.
Los seguros decenales se contratan con pocas compañías, normalmente son pocas, y pertenecen a la Unión Europea, y por tanto tienen permiso de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP) para operar en España, por lo que el seguro tiene la misma validez legal que si lo hiciera una aseguradora española.
Para reducir el riesgo de llegar a una firma y que el notario no permita firmar por no haber contratado este seguro, hay que acudir a notarías de confianza, como la Notaría Tarancón, ubicada en Tarancón y dirigida por la Notario Doña Alicia Velarde Valiente que ofrece todo tipo de servicios notariales, asesoramiento y redacción de documentos públicos con la garantía de una atención personalizada y un amplio bagaje formativo y profesional.