“Esto lo conseguí en una subasta judicial”. Es una frase que la hayas podido escuchar más de una vez. Y seguro que has pensado ¿cómo es eso? Pues bien, hoy vamos a hablar en qué consiste todo esto. Y es que no es la primera vez que alguien consigue una ganga en forma de coche o de piso gracias a esto. Aunque antes vamos a conocer un poco más sobre este proceso.
Lo primero que tienes que saber es que la palabra subasta procede del latín «subhasta», donde «sub» significa debajo y «hasta» hace referencia a la lanza que los romanos colocaban en los lugares en los que se celebraba alguna venta pública. Por lo tanto una subasta no es nada de este siglo, ni del anterior, procede de los romanos. Ahora bien, es cierto que ya nada tiene que ver con el significado de ahora.
Concepto de subasta judicial
Vamos a la Ley de Enjuiciamiento Civil para conocer el significado de la subasta judicial. Es “la fase del procedimiento de apremio encaminada a determinar, mediante licitación pública, el precio al que los bienes que van a ser vendidos, e individualizar la persona que los adquiere”.
Por lo tanto, analizando la frase sacamos esto de claro. La subasta judicial es una fase del procedimiento de apremio integrada a su vez por una serie de actos procesales. El objetivo es alcanzar la mayor difusión para así conseguir el mejor precio. Y por último, la finalidad es fijar un precio de venta y encontrar comprador.
Si estás en un lado de la subasta o en el otro, pues tienes que contar con los servicios de un procurador. Como nos comentan desde Procuradores de Burgos ellos son los que acuden “al acto de subasta, a la cesión de remate, toma de posesión, y tramitamos en el correspondiente Registro de la Propiedad el Decreto de Adjudicación y Mandamiento de cancelación”. Además, practican las anotaciones de embargos acordados en el Juzgado, cumplimentado los Mandamientos expedidos, ante los correspondientes Registros . consolidando la presentación telemática hecha por el Juzgado en el plazo de diez días.
Convertirlo en dinero
Sin embargo, la subasta no es la única forma de convertir los bienes embargados al deudor en dinero. También hay varias posibilidades. Por ejemplo con el convenio de colaboracio?n, y gracia a esto que el acreedor y el deudor pactan la forma de realizar la convertibilidad de los bienes embargados en dinero. Por eso no se lleva a cabo casi nunca, porque requiere que el deudor sea alguien razonable.
Venta por medio de persona especializada, que brinda la posibilidad de que la venta se lleve a cabo por inmobiliarias. Y de esta manera llegamos a la subasta judicial, para con su conversio?n en dinero hacer el pago a quien resulte acreedor de dicha cantidad.
Tipos de subastas
Hay varias formas de subastas. La primera es la más clásica, las judiciales. Y como su nombre dice, son las que se celebran en los juzgados, aunque en este grupo también podríamos incluir las subastas notariales o extrajudiciales.
Luego están las subastas administrativas: Son las que están reguladas por la Ley y otras normas que gestiona la Administracio?n. Por ejemplo, son las que celebra las subastas de la Seguridad Social, las subastas de Hacienda, las subastas del Plan Nacional sobre drogas y las subastas de ayuntamientos o diputaciones. Son los bienes embargados que se ponen en subasta. Y es aquí donde puedes conseguir muchas gangas.
Y por último, las subastas privadas. Son las que realizan por cualquier persona o entidad privada y que están sujetas a las condiciones que el subastador quiera poner. Actualmente apenas se celebran, pero a finales de los noventa estuvieron muy de moda. Lo hacían muchos famosos que querían sacar cash, ya que ‘solo’ tenía propiedades.
Quién puede estar en una subasta
Pues toma nota porque hay que cumplir con tres requisitos, aunque son sencillos. El primero haber ingresado la fianza. Luego te tienes que identificar debidamente con nombre y NIF. Y por último, manifestar que se aceptan las condiciones estipuladas en el edicto de subasta, que ahí es onde se especifican todos los detalles.
Los bienes que se subastan
Como decíamos antes, las subastas que más gustan son las que en entran en liza pisos, coches, etc. Aunque pueden ser muchos los artículos y bienes que se pongan en una subasta. Por ejemplo, Joyas, Arte y Antigüedades, maquinaria industrial, mercaderías y materias primas, incluso, derechos de propiedad industrial y derechos de propiedad intelectual.