¿Me hago un seguro dental?

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Si tienes brackets sabes de lo que estamos hablando. O si tienes un hijo lo sabes más. Un imprevisto, un balonazo en la boca y te puede destrozar el bolsillo. En los últimos años, las pólizas dentales han vivido un auténtico boom y cada vez más personas tienen contratada uno de estos productos. Aunque las coberturas dentales existen en nuestro país desde hace décadas, hasta hace relativamente poco, no tantas personas tenían contratado un seguro que fuera exclusivamente dental.

Cuando yo acudí a CarenDent Albacete fue lo primero que me recomendaron. Primero, porque la sanidad pública está muy lejos de garantizar una cobertura sanitaria dental completa y los dentistas privados tienen precios a veces elevados por eso lo mejor es hacerse un seguro. Está comprobado que las personas con un seguro dental gastan cuatro veces menos en el dentista que aquellas que no tienen contratada una póliza dental y pagan de su bolsillo todos los servicios.

¿Qué entra?

Pues en la mayoría de los seguros dentales incluyen de forma gratuita todos los tratamientos de odontología preventiva como las consultas y revisiones periódicas, las limpiezas bucales o los sellados de fisuras. Situaciones que vienen muy bien en situaciones de emergencia. Las personas que han contratado un seguro dental tampoco tienen que pagar por ninguna de las pruebas diagnósticas como radiografías, ortopantomografías…necesarias para detectar cualquier problema. Y eso lo veo con muy buenos ojos porque en ocasiones, la intervención del dentista no es tan cara, pero sí, las pruebas anteriores.

Recuerdo que mi chica tenía ortodoncia y nos pasó un contratiempo estando de vacaciones en Chipiona, por cierto, un lugar muy recomendable para ir de vacaciones por sus playas con banderas azules. Pues bien, como ella tenía seguro, la cobertura le garantizó que un dentista pudiera atenderle en cualquier punto del país. Menudo marrón se quitó de encima. También ocurre lo mismo cuando acudes a tu dentista por una urgencia y compruebas que está cerrado por vacaciones. La cara de bobo que se te queda es tremenda. Pues tranquila, los seguros dentales ofrecen la posibilidad de que te atienda un dentista de garantías en cualquier mes del año.

Seguro familiar

Ahora se ha puesto de moda que toda la familia se arregle la boca. Ya no importa que la madre tenga más de 50 años, la belleza no entiende de edad. Por eso, algunas compañías ofrecen a sus asegurados la opción de incorporar a su póliza dental a los demás miembros de su familia, a un coste muy reducido. Los más pequeños están incluidos en la póliza de su padre o madre sin tener que pagar ninguna cantidad adicional.

Los seguros dentales no tienen periodos de carencia: el tiempo que transcurre entre que un paciente firma su póliza y puede empezar a utilizar los servicios que incluye. El asegurado puede realizarse cualquier tratamiento inmediatamente, desde el momento en que se resuelven los trámites para que pase a ser cliente de la aseguradora.

Creo que con estas razones que te he dado, lo de hacerse un seguro dental es muy buena opción. Es como todo en la vida, mejor dar una cantidad pequeña durante un año, que posteriormente la derrama sea desproporcionada. Estamos hablando de una profesión que data de hace 13.000 años, como leí en este artículo, por lo tanto, hay que tenerla en cuenta.

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