La verdad es que los seguros da pereza pagarlos. Uno tiene la sensación de que está pagando por algo que realmente no disfruta, el caso es que cuando te ocurre algo y te toca recurrir a él lo agradeces. En nuestro caso teníamos un taller donde uno de los almacenes que anteriormente perteneció a un concesionario de Lancia estaba lleno de basura y por ahí entraron las cucarachas.
Al principio era algo circunstancias, pero llegó a tal extremo que un día tuvimos que parar nuestra actividad en el garaje y llamar al seguro. Al final buscamos en la red una empresa para que controlara y acabase con una plaga que realmente fue grande. Controlplag nos sonaba porque era conocida por la zona, pero lo típico es que hasta que no contactas con ellos no te viene el nombre a la mente. Llevan ya muchos años en el sector, exactamente desde 1994, por lo que tienen 23 años de experiencia en el sector de los tratamientos de este tipo. Desde el primer momento vimos que no eran unos aficionados, en una media hora se personaron en nuestros talleres y tomaron las medidas oportunas, aunque ya nos dijeron que por lo menos hasta dos días después no podríamos retomar nuestras actividades mínimo.
No quedaba otra y esto se tenía que solucionar sí o sí, así que decidimos llamar a los clientes y decirles que hasta el lunes no podíamos abrir debido al incidente este de la plaga. Al final correr en este tipo de trabajos puede llegar a ser contraproducente, por lo que nos ceñimos a los que nos dijeron los especialistas en el tema.
La verdad es que realizaron un trabajo magnífico y cuando terminaron su labor, nos dieron una serie de consejos para que no volviera a repetirse esto o al menos que pusiéramos todas las medidas posibles cara a que no se presentase el problema.
El seguro cumplió su labor
El seguro se hizo cargo del tema y lo cierto es que tuvimos inmensa suerte de darte con estos profesionales, pues alguno de mis compañeros ya quería llamar a un primo que conocía que no era profesional del tema, pero que “sabía algo”. Esto es lo que uno no debe hacer nunca, ya que, por intentar ahorrarte una cantidad de dinero, terminas haciendo la bola más grande. Es cierto que puede solventarlo, pero y en caso de que no lo solvente ¿qué? Pues todavía más grande la plaga y por tanto el estropicio.
Hay que confiar todos estos tipos de trabajos en compañías experimentadas en el sector del que se trate, seguro que nadie dejaría su ordenador en manos del primer pariente que diga que puede abrirlo y mirar, pues lo mismo en algo tan importante como una plaga.
Todo esto, cuando además tienes un seguro que te respalda es un sin sentido, por lo que lo mejor es depositar la confianza en una empresa seria. Esperamos no tener que vérnoslas de nuevo con una plaga así, pero yo el teléfono lo tengo por si vuelve a pasar o por si ocurre en el campo que tengo en el pueblo de mis padres. Con las plagas no se juega.
