Cuántas veces pasa que, basta que digas “de esta agua no beberé” y, al poco tiempo que lo has dicho, ahí lo tienes, haciendo precisamente aquello que tanto perjuraste que nunca harías.
En líneas generales, digamos que soy una gran defensora de la Sanidad Pública, de hecho, llevo varios años trabajando como enfermera en un Centro Sanitario Público y muchos de los mejores profesionales están, sin duda, en la pública, o, al menos, eso era lo que pensaba.
Así, como muchas ideas preconcebidas, la vida no tarda en demostrarte lo contrario y, si bien es cierto que podemos jactarnos de una Sanidad Pública que busca la excelencia, con la nueva situación a raíza de la crisis las cosas han cambiado algo.
En definitiva, el problema siempre se encuentra cuando generalizas y piensas que tienes la verdad absoluta. Ya me lo decía mi hermana quien, también gran defensora de los Servicios Públicos era mucho más flexible que yo al respecto.
Cuál ha sido mi sorpresa al verme desde hace un tiempo con la duda de si contratar un seguro privado.
Y es que, después de tener clarísimo que esa no era una opción para mí aquí me veo valorando que no es una tontería pensar en contratar un seguro médico que proteja tanto mi salud como la de mi familia para asegurarme una asistencia sanitaria más cómoda, rápida y eficaz, así como diagnósticos, tratamientos, analíticas, pruebas y hospitalizaciones en el momento en el que lo necesite.
Así, la masificación en la que se encuentra la asistencia sanitaria pública, las listas de espera interminables, así como la falta de inversión y mantenimiento de los Centros de Salud y hospitales nos lleva a muchos a decantarnos por una solución sanitaria privada.
De hecho, la sanitaria pública en España está en periodo de reforma, reducciones de plantilla, disminución de los servicios y aumento de los tiempos de espera.
Por ello, la sanidad privada, a la que se puede acceder a través de un seguro de Salud soluciona si quieres disponer de una atención más especializada además de otros servicios sin tener que exponerte a tiempos de espera que, dependiendo de lo que te ocurra, puede ser hasta un importante riesgo.
Las Ventajas de contratar un Seguro Dental Privado
En mi caso, terminé de decidirme debido a un dolor de muelas insoportable que no había manera de aliviar con los tiempos de espera que tenía que hacer en la Sanidad Pública.
Po otra parte, en la privada hay un amplio abanico de atenciones sanitarias dentales para tener la boca a punto. Muchos tratamientos que debes abonar en la pública o que terminarías haciéndote en un centro privado están incluidos, y de no estarlo tu póliza puede ofrecerte precios especiales.
Los Seguros Dentales pueden ser contratados de manera específica, o bien dentro de un Seguro d Salud. Éstos incluyen servicios gratuitos de consulta, urgencia, limpieza, radiografías e incluso peridoncias.
Y es que, pocas cosas hay más molestas que un intenso dolor de muelas. La verdad es que los tiempos de espera en este caso se convierten en una verdadera tortura. Así, que finalmente decidí optar por la vía privada para solucionar el problema.
De hecho, mi hermana que llevaba tiempo recomendándome que, para temas de salud dental, nunca está de más disponer de esta opción me recomendó los servicios de Cínica Dental Abalo, donde además de mucha experiencia sus profesionales ofrecen los mejores servicios posibles a sus pacientes.
El servicio fue rápido y efectivo y pronto pude recuperar mi rutina habitual sin esa terrible molestia que me estaba volviendo loca.
Además, el hecho de tener un Seguro de Salud no te impide acceder a la sanidad pública, por lo que si para un tratamiento con hospitalización desearas acudir a un Centro Sanitario Público puedes hacerlo también.
