Y si un abogado comete un error, ¿quién responde? Pues como todo en la vida, los profesionales de la ley también cuentan con seguros para que respondan en caso de algún problema. Es algo que aprendí cuando contraté los servicios de estos abogados en Santander, ya que les conté la mala experiencia que había vivido anteriormente y me comentaron que estuviera tranquilo. Ellos respondieron ante todo y desde luego los recomendaría sin dudar.
Os cuento. Durante seis años yo trabajé en un periódico local. Los primeros años todo iba perfecto. Cobraba cada mes, me sienta útil en mi puesto de trabajo y era feliz. Pero llegó la crisis, y como bien sabéis, uno de los sectores que más lo ha acusado es el del periodismo. Pues bien, los ingresos por publicidad descendieron, y los jefes, ¿por dónde decidieron cortar? Pues por lo más fácil, por dejarnos sin cobrar. Efectivamente, en España es así de fácil.
Llegamos a acumular hasta ocho meses de retraso. Como es lógico lo denuncié. Tuve que hacer una denuncia por partida doble, la primera con las nóminas, y otra con el finiquito del despido, ya que pedí el cese inmediato de la relación por falta de pago. En el juicio, la empresa se dio por insolvente, y tuve que declarar al Fogosa, que como bien sabéis, no paga todo, sino una parte proporcional. Pues bien, todo fue perfecto, hasta que mi anterior abogado tuvo un error de tiempo. No presentó los papeles en el día acordado, y como es lógico, el plazo se terminó. La Justicia y el Fogasa se lavaron las manos y no pude cobrar mi indemnización.
Mala praxis
Mi cara fue un poema. Lo primero que pensé fue en que había perdido todo. Posteriormente en que se podría denunciar, pero claro ¿con qué abogado denuncio a mi abogado? Pero finalmente me asesoré, y qué tuvieron que hacer pues indemnizarme, y esto se hace a través de un seguro que, en su caso, tenía con el colegio de Abogados. Y es que como consecuencia del ejercicio de la actividad de asesoramiento, mediación o representación, los clientes pueden haber sufrido pérdidas económicas o de otro tipo por tu interpretación de una determinada ley o como consecuencia de un error en tu asesoramiento. Es esencial por tanto contar con una póliza de Responsabilidad Civil para cubrir los posibles perjuicios ocasionados a terceros en el desempeño de la actividad profesional.
Por otro lado, cuando un abogado contrata un seguro de este tipo también están asegurados los empleados, si se tienen, y los herederos o representantes legales en caso de que se haya fallecido cuándo se produzca la reclamación.
De esta manera mi historia pudo terminar bien, porque mi abogado a través de su seguro, me abono lo que era una mala praxis de manual. Afortunadamente ya no mantengo contacto con él, y sé que estoy en manos de otros profesionales. Espero que este artículo sirva para que si te ves perjudicado por una mala acción de tu abogado, no dudes en reclamarle lo que es tuyo, y que te indemnice de alguna manera. Como ves, ellos están cubiertos, y seguro que la próxima vez aprende a hacerlo mejor.
